Llegan las primeras lluvias, el olor a leña y tierra húmeda, la temporada de setas, las tardes frente a la chimenea de casa y los momentos de introspección profunda. El otoño suele ser el inicio de un tiempo más tranquilo y reflexivo. Un paseo por el campo, experimentando la realidad cromática existente en el espacio, es la mejor manera de meditar en esta época del año. Sólo hay que sumergirse en la hermosa y amplia gama de colores que la naturaleza ofrece para entender que se puede celebrar el cambio de estación con inmensa alegría.